El gobierno de España limitará los servicios
médicos a miles de extranjeros, anunció este viernes el Consejo de
Ministros de España, al dar a conocer una serie de medidas destinadas a
disminuir el gasto público de ese país.
Los extranjeros en España deberán cumplir con más requisitos para
poder empadronarse en el país y tener acceso a la tarjeta sanitaria;
ahora deberán tener la residencia fiscal.
Hasta ahora, algunos extranjeros
empadronados incluían a sus familiares que no viven en ese país como
beneficiarios de la tarjeta, lo que les permitía viajar allí para
operarse. El gobierno español llama a esta práctica un “fraude”.
Aproximadamente 700.000 extranjeros usaron de forma indebida los
servicios sanitarios españoles durante el 2009, lo que tuvo un costo de
817 millones de euros, según un comunicado emitido por el Consejo de
Ministros.
El sistema sanitario de España tiene un déficit de 16,000 millones de
euros, según la ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, Ana
Mato. Las medidas permitirán obtener un ahorro de 7,000 millones.
Entre esas medidas también se incluye que los pensionados paguen 10 %
de las medicinas, que hasta ahora recibían de forma gratuita.
Además, el gobierno español aumentará en un 20% la cantidad de
alumnos por aula en la educación obligatoria y aumentará el costo de las
matrículas universitarias para que estas tengan un costo del 25% real
frente al 15% que los alumnos debían pagar hasta ahora.
Las medidas tiene como fin “superar la crisis y sentar las bases para
crecer en el futuro”, dijo la vicepresidenta del Gobierno, Soraya
Sáenz, según el comunicado del Consejo de Ministros.
España atraviesa una severa crisis económica y manifestaciones de
disgusto de una parte de la población debido las medidas que ha tomado
el gobierno para salir de ella.
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