Irán está exportando armas para el gobierno de
Siria lo que viola la prohibición de la venta de armas, según un informe
confidencial de la ONU divulgado el mismo día en que el presidente
Bachar al Asad culpó de la violencia en su país al respaldo extranjero a
los combatientes.
El borrador del informe describe tres incautaciones de cargamentos
iraníes en el último año, entre ellos dos con destino a Siria, dijo este
miércoles a CNN un diplomático occidental en condición de anonimato. El
funcionario no estaba autorizado a dar detalles a los medios de
comunicación.
El informe fue elaborado por un panel de
expertos y presentado al comité del Consejo de Seguridad de la ONU que
supervisa las sanciones contra Irán, dijo el funcionario.
En una entrevista en Rusia, al Asad dijo que “simplemente no se puede
cerrar las fronteras y detener el contrabando, pero se puede reducir el
flujo". Las armas de los contrabandistas fluyen a través de las
fronteras con Turquía y Libano.
Al Asad culpa del cambio a la llamada 'primavera árabe', que vio a
las revoluciones populares derrocar a los gobiernos de Egipto, Libia y
Túnez.
"Si tomamos en cuenta la evolución en Siria, los acontecimientos en
Libia y otros países para los líderes de estos países, es cada vez más
claro que esto es una 'primavera', pero de caos".
Los exitosos movimientos árabes inspiraron el levantamiento en Siria,
que comenzó en marzo de 2011 con protestas que exigieron reformas
políticas y rápidamente degeneró en una revuelta con una oposición
armada en medio de una brutal represión por las fuerzas de al Asad.
Las Naciones Unidas estiman que al menos 9.000 personas han muerto en
la crisis de 14 meses, mientras que grupos de la oposición aseguran que
van más de 11.000.
CNN no puede verificar independientemente los informes de muertes y
la violencia debido a que el gobierno sirio tiene restringido el acceso a
los medios de comunicación internacionales.
Al menos cuatro personas murieron este jueves cuando las fuerzas
sirias abrieron fuego en Daraya fuera de la capital de Damasco,
aseguraron los Comités Locales de Coordinación de Siria, una red de
oposición que recoge los informes sobre siniestros y organiza protestas
contra el gobierno.
Al Asad atribuyó la violencia a los terroristas. Sin embargo, los
grupos de oposición, incluidos los miembros del ejército rebelde, dicen
que el gobierno ha tratado de estropear sus esfuerzos con falsas
acusaciones de vínculos con el terrorismo.
Mientras que el ejército rebelde dice que sus filas están pobladas
por los que desertaron de las fuerzas de seguridad de Siria, al Asad los
llama criminales.
"No es un ejército, en primer lugar, y no es libre porque obtienen
sus armas de diferentes países extranjeros", dijo en la entrevista.
"Es por eso que no son libres en absoluto, son un grupo de
delincuentes que han violado la ley durante años y han sido condenados
en varias causas penales, hay elementos religiosos extremistas, entre
ellos, como los de Al-Qaeda".
Al Asad desestimó la enorme presión internacional que ha recaído
sobre él para poner fin a la violencia y pedir su renuncia, y prometió
que Siria no cederá en ningún asunto.
Estados Unidos, la Unión Europea y las Naciones Unidas han impuesto a
Siria una serie de sanciones económicas. Al Asad reconoció que las
sanciones han tenido un efecto adverso sobre la economía de Siria.
Mientras tanto, la división entre los grupos de oposición sirios se
profundizó este jueves en el Consejo Nacional de Siria, percibido
ampliamente por los países occidentales como la principal coalición de
la oposición.
Los Comités de Coordinación Locales de Siria llamaron al consejo
nacional un "fracaso" y dijeron que se retirarán del Consejo. El consejo
ha estado bajo presión por no unificar a los grupos de la oposición y
aportar el apoyo internacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario